jueves, 9 de diciembre de 2021

Pregunta trampa


¿De donde venimos y hacia donde vamos?







    Pregunta trampa, responde el estudiante.

Señor.

Usted si desea obtener el titulo de HOMBRE DE HOJALATA, debe a lo menos tener siquiera un aproximado a la pregunta en cuestión.

    - Chucha, no, disculpa, parece que no la traje, se me quedo, no     sé, se la habrá comido mi perro. Mi perro se llama Mozart y es un     Beagle un poco inquieto. Una vez Incluso se comió un sillón de        cu...

Señor.

Por favor deténgase.

Si no es capaz de responderme esta pregunta debo de dar por terminado el examen. 

    - 

Bueno que pase el siguiente estudiante.

    - No, no, bueno, déjeme ordenar las ideas. Creo que                  respondo mejor bajo presión. Déjeme ver. Creo que entonces          deberé parafrasear las enseñanzas de mi perro.                   … (tose)

    - La La la.. (ensaya tono)                                           - 

    De donde venimos?. 

    - Fácil, de donde marcamos el ultimo olor o de donde dejamos la       ultima descarga.

    ¿Hacia donde vamos?. A marcar un olor o rellenar el deposito           para una previa descarga.

¡PERO QUE FALTA DE RESPETO!

USTED DEBE ENTENDER QUE ESTO ES UN PROCESO SERIO.

SU TITULACION DEPENDE DE ESTO.

¡LAS BURDAS ENSEÑANZAS DE UN PERRO JUERGUERO NO ELEVAN LA MAGNIFICIENCIA DE LAS HUELLAS HUMANAS!

    - Mi perro puede olfatear huellas. 

    - Una vez me dijo que se le perdía el rastro en la orilla de una       playa en África. Concluyo con el método científico que las          primeras huellas humanas se arrastran desde ese punto.

EH…

eh...

pero pareciera ser que su perro, este Amado de Dios, nombrado Mozart, es un ávido lector de literatura científica.

    - Señor, con lágrimas en los ojos, puedo solo decir. Que solo un       perro sabio, puede reconocer a otro perro sabio.

    - … (ambos quiebran en risa emotiva)

    - ... (ambos aúllan)

    - En fin, señor.

    ¿La satisfizo mi respuesta?

En efecto, señor HOMBRE DE HOJALATA.

    - ...(ambos aúllan)

    - ...

- Bueno, basta de ruidos raros. ¡Fórmense para la medicación!

 

 

miércoles, 27 de julio de 2016

Cura para el dolor.

Me siento a escribir esto con un temblor en la pierna. Espero que las manos no tiemblen, ni que la voz de mi cabeza comience a titubear. Intento dejarme llevar por la paz de Morphine. Pero el juicio se siente en la boca del estómago. ¿Para dónde voy? Quiero matar al artista sin obra, quizás morir en una explosión de manifestación artística. Realizar la mayor de las purgas espirituales, vaciar el alma y esparcirla como los sesos que explotan después del suicidio y vivir solo un segundo para ver la magnificencia que el cuerpo material nunca pudo lograr. Escribo con los ojos cerrados, se dónde está todo lo que necesito, solo me dejo llevar. No estoy en un estado alterado, solo escucho la música y dejo que escriba por mí.

A donde voy, a donde quiero llegar, desde donde parto, porque estoy aquí. Eso consume mi cabeza todo el día, como el combustible de una era fósil. Toda la combustión generando millones de litros de nubes toxicas y quemándose sin parar. Ni siquiera soy valiente para ver a través de la nube de la desesperación. Quiero ser elocuente, apreciado, tener verdades. En eso descansa todo. Tener una verdad propia, mía, sin vaciamientos, sin temblores de pierna, tan propia como el cansancio que veo en mi rostro cada mañana.

Sigo sin saber donde quiero llegar en esto. Sigo nervioso y el tiempo no paró. Afuera esta la multitud esperando ver rodar una cabeza.

Masajeo mi cabeza aliviando la tensión.

El piso tiembla.

Las paredes resuenan.


Y todo sigue muerto dentro de mí.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Los inevitables accidentes del destino.


1

Roberto camina a paso seguro por las calles húmedas esquivando el frió y las miradas de la gente. Las luces de neón iluminan su rostro con ganas de acariciarlo y las ofertas de cada esquina esperan capear el frió en sus bolsillos.
Roberto luce como el tipo de persona que hace que tu madre te tome más fuerte de la mano. Es el mito urbano, una foto en la INTERPOL, un mujik ruso y  general de ejército. Él lo sabe y por eso camina seguro. Carga sobre sus hombros un abrigo negro de cuello alto y de su mano izquierda cuelga una boLsa del mismo color que se balancea a su paso. Tapa sus pensamientos con la gorra adherida a su abrigo y cubre sus ojos de las miradas de la gente. En su bolsillo interno, cerca del corazón, está Ella, como atajo a su memoria, memorias tatuadas en el corazón y latiendo en la piel. Ella conocía más que el mito, humanizo a la bestia resucitando la carne. Ayer, cargó sus penas y limpios sus pecados. Hoy, ella es la carga en el vaivén de una bolsa negra.


2
-      -    Es el día veinticuatro del doceavo mes y los niños miran por la ventana. Dos criaturas, símiles en proporción, esperan ansiosos a un hombre enorme, rojo y cubierto de canas. El creador de sus fantasías oníricas.
Feliz navidad les desea Karl Marx.

Solo Leandro rió.
  
  Luciana es una mujer que entiende al mundo fuera de sus sentimientos. El amor es una piedra preciosa que vive en su pecho y su razón es el cuarto oscuro donde revela las fotografías de la realidad. Se acompaña de gente para compartir la soledad y la locura golpea de vez en cuando su puerta.  Su calor impregna las habitaciones pero ningún ser humano ha sobrevivido a él.  Es por eso, que es ella,  su mejor amiga, su única confidente y su único diario de vida. Luciana estudia los lunes, miércoles y viernes. Luciana sabe más por lo que piensa que por lo que lee. Los martes imagina historias sobre la gente en las plazas y los jueves duerme veinte horas para abrazar la miseria y llorar hasta la catarsis. Los viernes aparece radiante y con ideas frescas.

   Leandro es un muchacho escuálido de cabeza gacha, ojos enormes coloreados como el café que te despierta por la mañana. Es un universo interno. Vasto, enorme y siempre en expansión. Nació de una explosión y se extinguirá en una. Su madre cuenta orgullosa que no lloró a su nacimiento, solo observo el lugar, los actores y luego se decidió por el pecho materno. Algunos parientes afirman que durante el embarazo su madre lloró todo lo que el derramaría durante toda una vida. Su padre, un adicto,  se colgó un día veinticuatro del mes doce pagando la condena de su única violación.  Leandro sin saber porque, le aterran la navidad, las drogas y la violencia.

  Ambos comparten espacio los lunes, miércoles y viernes. Saben que ocupan el mismo aire, pero nunca cruzaron palabra alguna. Ella está en frente y el atrás, siempre en una distancia áurea y divina, como en la repetición de pi en las flores. Los metros que los separan en el mundo mortal demuestran el sarcástico humor del gran arquitecto, dos almas para pertenecer, el sol dentro del universo, la luz en la oscuridad creada para formar belleza en movimiento, belleza única que regala la armonía para mortales, rodeándose eternamente como muerte a la vida.

  Hoy es viernes. La noche del jueves Leandro soñaba vívidamente con la paz que le producía abandonar todo y volar sin destino ni curso, sentir las nubes en la cara  y ver el vapor condensado romperse a su paso, conocer al mundo desde arriba donde nada podía dañarlo. Una nube negra que decidió esquivar, cubrió repentinamente todo de rojo, que comienza a caer junto con el hacia la tierra. En su camino por volver a la paz, desciende al océano, mas allá de cualquier vida posible, allí es donde encuentra calor, allí vuelve a la tranquilidad. Es despertado de golpe cuando un pájaro intentaba atravesar su ventana. La alarma no activada le da diez minutos para llegar a su clase de viernes. Por su cabeza esta enfrentarse a hechos que no han ocurrido. La ansiedad instantáneamente lo inunda. En cuatro años nunca se hizo visible en un aula. Todo el paso por esa pieza de ocho metros cuadrados, estaba contemplado como un pago para poder dejar el nido de angustia que lo envolvía desde niño. Enfrenta entonces la decisión de volver al sueño, pero recuerda la evaluación final y con toda la ansiedad que lo carcomía decide salir. Iba en camino a enfrentarse al primer recuerdo emocional de su vida.


  Luciana vivía de trabajos esporádicos. No tenía muchos gastos, pero se sentía en deuda con su abuela, una acaudalada viuda de general, que la había recibido en la ciudad para estudiar. Ellas dos habitaban una casa de ocho habitaciones junto con seis gatos. Luciana era alérgica a ellos, pero aguantaba sus estornudos por respeto al miedo de morir en soledad de su abuela. La muchacha creaba pequeños detalles para hacer el camino más lindo. Compraba flores frescas que dejaba con el desayuno preparado todas las mañanas. Quitaba las páginas de crónica roja del periódico y resaltaba noticias graciosas para que la abuela reirá en su lectura matutina. Estos y otros pequeños rituales la hacían objeto de incalculable afecto. Pero algo en su mente no podía conectar con ello, se sentía una observadora de mercado, solo respondía generando un producto para la necesidad observada. Aun así, ensayo durante tanto tiempo la cara de empatía y agradecimiento, que nadie sospechaba de su desconexión con las emociones humanas. Su vida estaba hecha para aprender humanidad mientras la enseñaba. La noche de jueves leyó hasta tarde a su existencialista favorito y durmió a los diez minutos de tragar su ampolla de tranquilizantes. Despertó fresca para enfrentar cada viernes como hace cuatro años. Preparo los pequeños rituales para su abuela luego salió al frio donde espero la puntualidad del tren, todo calculado para hacer su aparición con la llegada del docente, saludarlo con respeto y en sentarse en frente donde no podía sospechar el poco interese que le causaba su monologo. No estaba en ningún cálculo realizado que desde ese viernes marcaría su alma en la mente de otra persona.

lunes, 30 de marzo de 2015

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Hace un par de años, que no alcanza a ser recordado como pasado, fui o mejor dicho era, un algo o la nada, dependiendo como se ajuste el obturador. Si me sentara a conversar con él, me pararía y me iría lo más lejos posible. Iría a buscar al yo de cuarenta años en el futuro que se niega a hablarle a este presente.

Existe según yo, esta temporalidad de personalidades, que se cruzan diariamente. Encargadas desde el minuto cero de solucionar determinada cantidad de problemas en el lapso de horas que aguante el alma sodomizada por un cuerpo. Pero sin desviar el punto, es visible que la lucha entre lo “vivo” sobre lo “material”, necesitó aprendizaje de millones de años para poseer a actual hegemonía sobre lo segundo. Somos entonces el soldado de primera línea de esa batalla. Una sola tarea; explorar y someter a lo material y a todo lo que clasifique como tal.

Sin ánimo de condenar a un destino, puede apreciarse cierta variación opcional del mandato, en cuanto, y tal como en la guerra, aceptar los castigos de la deserción.

¿Porque hacemos esto? Ciegamente aseguro, solo para perdurar las ramas crecientes del enorme árbol de la vida que se fabrica día a día.


Si el lector de esto solucionó o visualizó sus problemas encargados, lo felicito desde donde piense él/ella que me encuentro, porque tal como la voz de la conciencia que reside en umbral entre lo real y lo imaginario o la voz que lee esto, yo vivo en ese umbral. Soy la soledad que escribe para buscar la locura, pero sabe que esta no lo merece, quedando de compañera la melancolía. No hay problemas, no hay soluciones, no hay legado. Y como cuando todos saben que saber, es cuando el ignorante ignora cómo vivir.

sábado, 28 de marzo de 2015

Pronóstico Nublado.

Ella es como las nubes que aparecen en el horizonte. Yo soy el observador en la costa.
Ella es majestuosa a la distancia. Yo quizás no pueda aguantarlo.
Ella. Yo
Ella no sabe quien soy. De saberlo yo, iría donde ella.
Ella no tiene secretos con el mundo. Yo arme un mundo con lo que este sabe de ella.
Ella ríe acompañada a la distancia. Yo imagino que toma mi mano.

La visito todas las noches. Siempre expectante de verme. Siempre sorpresiva. Siempre autentica. Siempre explosiva. Siempre inexistente, desaparece al alba.

Es así y sin siquiera sospechar, el alma gemela de mi universo onírico.

Es el cariño suave en la mejilla que sueño antes de soñar.

Pero  incluso una fantasía infantil hecha de recortes puede tener vida propia.

Anoche ella visitó mi alma, avanzando incontrolable como las densas nubes que atacan por el horizonte.

Hoy no es el beso de pincel. Hoy es el trazo agresivo, incontrolable, profundo.

Sueño que me eleva y despierto cuando me deja caer.

Ayer se despidió de mi.

Ayer perdí una creación, que esta viva ahí afuera, esperando a que el coraje la vuelva a la vida

Pero soy yo y ella es Ella.

Ella no sabe que existo y tampoco me imagina.

Ella seguirá riendo acompañada. 

Yo debería dejar de soñar.


sábado, 4 de octubre de 2014

De las Rameras Asesinas

Putas puñalada de la almohada en mi cabeza.
-¿Que quieres?
¿Ah sí?, estas dentro ahí está todo. ¡AHÍ ESTÁ TODO¡. No tengo nada más para darte.
¿Sangre?..
Que días de mierda.
Te entierra el puñal,  como un violador experimentado y susurra con la seguridad de un megáfono evangélico;  
               “TSE CIEL AU FLIC.”
Es su lenguaje, el de los demonios y espíritus que se lamentan todos los días en mi almohada.
En las noches, eligen a un sacrificio. Yo los escucho mientras asesinan. Es la creencia de quienes viven ahí, la miseria se lleva mejor si otro sufre.  Ríen mientras cortan. Los resto salpican, los gritos quiebran las paredes. Cuando los gritos cesan, el hambre se vá. La comida pasa a ser un momento de bestialismo impostado. Acabado el festín, lloran y comparten la nostalgia de no poder morir. Algunos se azotan luego del acto, queriendo así poder limpiar su vida destinada al pecado.
Obligados a verse cada día. Obligados a sentir. Obligados a ser débiles.
Cuando notan que estoy desprevenido, apuñalan hasta el alma. Hacen bajar mis creaciones.
Grito en el silencio sin evitarlo.
Muestran compasión y ayudan a los recién llegados. Aun me causa impresión su habilidad de disfrazarse. Sus  tradiciones y costumbres nunca se olvidaron y son los mejores personajes de la caridad.
Hacen sentir cómodos a los nuevos. Les educan, los hacen crecer, alimentan, comparten.  
Les enseñan el juego de arrodillarse en paralelo.
El vigía atento descubre que mi invalidez se acaba.
Antes de poder intervenir. El grito.
El grito acompañado de la muerte rasante.
Caen uno a uno los arrodillados bañados en el rojo de mi imposibilidad.
Aunque no quiera, es mi destino entregarles carne fresca. Pago mas que el pecado original al ver mis creaciones siendo destripadas y en la boca de esos animales.
Maldigo su secta.
Maldigo su vida.
Maldigo su hambre sin fin.
Maldigo.
El destino es el público en un circo romano. Y soy tan solo la carnada

¿Esta ustéd seguro?

Es el caos. La desesperación. La agonía. El desamor. La desconexión con sentirse humano, que siendo sincero, nunca logré entender. No es pararme en el Partenón y gritarte directo en los ojos, soy mejor obra de dios que tú. Solo no entiendo. Un retraso quizás, algo que alguien describió sentado en su escritorio. No lo sé. Solo puedo decirte que me mantiene mirando las cuadriculas del suelo y el grumoso techo, horas y horas. Mirando la libido conceptual de quienes entendieron el enigma que me quema por dentro. Por qué cuando un hombre es quemado por dentro, solo espera contener ese fuego para no ver arder las únicas personas que se mantuvieron con él. Nunca las entendió. Pero son el origen de sus primitivos sentimientos.

Saborea la uva destilada.

Sentado en su inmundicia, su triste y corto  sentir se fue en millones de células muriendo en papel absorbente. Qué triste tragedia saber que la mitad del alma de un ser esta desparramada buscando la otra mitad que nunca existió.

-         ¡DONDE VAMOS CAPITÁN!

Van a la nada, al no recuerdo, ni siquiera a la consideración de algún empático ser tan frecuentes de esta era, que llore esa mitad de alma desperdiciada.

Pero así están las cosas, para sentir algo dentro, debo perder algo del ser.

Siempre pienso en la gente y su creencia en vidas pasadas. Si, en la gente y no en la creencia. Por qué esa gente en cien años más - y por supuesto alguien alejado de esta razón-, podrá decir, comentar entre ellos, en lindas fiestas “new age” o reuniones de sociedad, la nueva lectura de sus antepasados -y como pasado el tiempo dejamos de entender como pensábamos-, es aquí donde un ser motivado y elocuente afirmara que vivió una fracción de segundo en el desagüe de una ducha triste, o en una noche de tormenta miserable, solo una fracción de segundo. Y que cuando millones de partes de su fracción de alma pidieron desesperados indicaciones para su camino, el respondió.

-           Henos aquí. Bienvenidos al superhombre.